Fue un célebre pianista chileno, internacionalmente famoso por sus profundas interpretaciones de un extenso repertorio, que abarcaba desde la música del barroco hasta composiciones del siglo XX.
Elvira Savi Federici fue una destacada pianista y profesora chilena, nacida el 19 de marzo de 1920 en la ciudad de Santiago. Desde muy temprana edad dio muestras claras de su talento y ya a los cinco años registra su primera presentación en público, interpretando la Sonatina en Fa Mayor del compositor Ludwig van Beethoven. Iniciada su formación musical junto a sus hermanas Amalia y Olga, pronto continuaría sus estudios con diferentes maestros, destacando entre ellos los nombres de Federico Duncker, Rosita Renard, Armando Carvajal, Carlos Humeres, Domingo Santa Cruz y Alberto Spikin.
Ingresa al Conservatorio Nacional de Música el año 1926, donde obtiene la Licenciatura en Música con mención en Piano en 1938, siendo reconocida con el Premio Orrego Carvallo a la mejor alumna de su promoción. Tras su titulación comenzaría inmediatamente su vida laboral como profesora en la misma institución, especializándose en el área de la música de cámara. Su vida personal registra el matrimonio con Enrique Anex dit Chenaud, del cual nacieron sus hijos Francisco y Silvia.
De acuerdo con el académico y musicólogo Luis Merino, “como intérprete el trabajo de Elvira Savi se canaliza en una triple vertiente: acompañamiento, de música vocal o instrumental, recitales de música de cámara e interpretación solista” (Merino 1983, p. 77). Su trabajo solista aborda un amplio repertorio, desde conciertos de Bach para piano y orquesta hasta el estreno en Chile de la obra de Olivier Messiaen, Los pájaros. Merino destaca igualmente “la versatilidad, ductilidad y profesionalismo con la que ha irradiado música en los más diversos locales e instituciones, aprovechando también los medios de comunicación masiva como la radio y la televisión, al igual que el disco y la cassette” (Merino 1983, p. 77).
Posiblemente, su aporte más importante al desarrollo de la música nacional lo constituyó su constante labor como intérprete de la música de compositores chilenos o radicados en Chile, desarrollada como solista y en dúos con numerosos intérpretes, entre ellos las cantantes Clara Oyuela, Carmen Luisa Letelier y Patricia Vásquez. Al respecto, Merino señala que la labor de Elvira Savi “ha redundado no sólo una mayor divulgación de la música nacional, sino que un estímulo constante para el compositor chileno, al mostrarle una posibilidad real y tangible de comunicación con el público” (Merino 1983, p. 78). Lo anterior fue una constante en la trayectoria de la pianista. En una entrevista otorgada a la investigadora Raquel Bustos en abril del 2007, quien la define como “defensora de su profunda convicción de que el artista nacional – mediante todos los recursos a su alcance – debía reflejar su identidad, priorizar el trabajo de sus colegas músicos y entregar esta riqueza en todos los estratos culturales y sociales posibles” (Bustos 2015, p. 67). La considerable cantidad de obras chilenas interpretadas y estrenadas por Savi a lo largo de su carrera se reflejan en un catálogo “Compositores nacionales en el repertorio de Elvira Savi” publicado por Carlos Riesco (Riesco 1999). El catálogo refleja más de un centenar de obras y compositores, cuya transversalidad remite tanto a los medios sonoros utilizados (piano, piano y canto, piano y otros instrumentos) como al aspecto cronológico de las mismas, sin desestimar los correspondientes estrenos.
Este interesante y vasto repertorio principalmente de obras de autores nacionales registrado en diversos formatos que van desde el vinilo al disco compacto, la ubican como un referente absoluto de la presencia femenina en la música docta nacional de la primera generación del siglo XX. La calidad interpretativa de Elvira Savi se vio refrendada por numerosos reconocimientos recibidos, cuyo punto más alto probablemente lo representa el Premio Nacional de Arte mención Música otorgado el año 1998, siendo la segunda mujer en recibir este reconocimiento tras Margot Loyola (1994).
En su rol académico, que Elvira Savi desarrolló por cincuenta años en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, destacó principalmente el rigor, la cercanía y su capacidad para desarrollar un alto grado de musicalidad en sus estudiantes, con quienes generaba un particular vínculo a partir de la enseñanza de la música de cámara. Los numerosos estudiantes formados por Elvira Savi, entre ellos las cantantes Viviana Hernández, Patricia Vásquez, Violaine Soublette, la clavecinista Maite Daiber y la fagotista Paulina González, la señalan como un punto referencial en su carrera y en la proyección de sus labores docentes. Savi fue también la pianista oficial del Concurso Luis Sigall en la ciudad de Viña del Mar durante treinta años.
Después de una dilatada trayectoria como intérprete y docente, Elvira Savi falleció en Santiago de Chile el 15 de noviembre del 2013, a la edad de noventa y tres años.