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Fones, Mary Ann
Persona · 1937 -

Mary Ann Fones nació en Santiago de Chile en 1937. Su padre Frank Fones nació en Buenos Aires como hijo de emigrantes ingleses, los que se trasladaron a Chile poco después de su nacimiento. Si bien la madre de Fones – Eliana Infante – fue chilena, la influencia de la familia paterna llevó a que creciera en un ambiente cercano a la lengua y cultura inglesas, algo que se vio reforzado siendo alumna del Colegio Villa María Academy. De adulta, con sus propios hijos, Mary Ann continuaría utilizando el idioma inglés en la vida cotidiana. La experiencia escolar fue también determinante para su vocación de cantante, ya que como alumna del Colegio Villa María tuvo oportunidad de participar en el montaje de comedias musicales norteamericanas, lo que le brindó soltura escénica y le permitió explorar su talento musical. Tras terminar el colegio, Fones fue alumna de canto de Clara Oyuela en el Conservatorio Nacional de la Universidad de Chile, donde también participó en el Curso de Ópera dirigido por Oyuela. No obstante, razones familiares la llevaron a interrumpir sus estudios formales, los que concluyó finalmente en 1977, siendo ya una activa y reconocida cantante.

Ya en la época temprana de sus estudios de canto, Fones participó en montajes de óperas, entre ellos interpretando los roles de Barbarina y Susanna de Le nozze di Figaro de W. A. Mozart en la Temporada 1956 del Teatro Municipal de Santiago, como también en el rol de Serpina en La serva padrona de G. B. Pergolesi en la Sala Mozart de Santiago en 1957. Su voz versátil de soprano lírica la llevó a cultivar principalmente el repertorio de la música antigua, el oratorio, la música de cámara y la música contemporánea, aunque a lo largo de su carrera nunca perdió el contacto con la ópera. Así, por ejemplo, en 1970 interpretó el rol de Nella en Gianni Schicchi de G. Puccini, en el marco del proyecto de Ópera Nacional del Instituto de Extensión Musical de la Universidad de Chile. El montaje, que contó con la dirección de Eduardo Moubarak y la régie de Clara Oyuela, incluyó la participación del hijo mayor de Fones, Andrés Castro, en el rol de Gherardino, hijo de Nella en la ópera. También interpretó los roles de Óscar en Un ballo in maschera de G. Verdi (1970), de Rosina en Il barbiere di Siviglia de G. Paisiello (1970/71) y de Sophie en Werther de J. Massenet (1980). En 1971, su experiencia operática culminó con el recibimiento de una beca del British Council para participar de un “Curso para cantantes de ópera” en el London Opera Centre de Londres, Inglaterra, el que realizó en 1971/72. En el intensivo curso pudo perfeccionarse en aspectos musicales y escénicos. Dentro del repertorio abordado en Londres, participó en la ópera L’Ormindo de F. Cavalli en el rol de Sicle (1972) en el Sadler’s Wells Theatre. Su perfeccionamiento se vio complementado con un curso sobre canción docta francesa, dictado por Pierre Bernac, del que participó en 1972 gracias a una beca del gobierno francés.

Durante su estadía en Inglaterra, los cuatro hijos de Fones permanecieron en Chile al cuidado de su padre. Luego del retorno de Fones al país, ella y su marido se separaron – si bien años más tarde la pareja volvería a reunirse. Como mujer procedente de una clase acomodada, su estilo de vida desafiaba los modelos socialmente establecidos, al desenvolverse paralelamente como madre separada y mujer de una intensa actividad profesional, lo que la llevó a viajar frecuentemente por Chile y al extranjero. En su particular manera de romper con esquemas preestablecidos, que también se manifestó en su trabajo con repertorios inusuales, Fones conjugó su postura emancipada y moderna con una profunda fe cristiana. En línea con esta fe, el menor de sus hijos, Pablo, es sacerdote jesuita.

Uno de los ámbitos de mayor desarrollo de Fones fue la música antigua. Desde 1973 participó activamente del Conjunto de Música Antigua de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dirigido por Sylvia Soublette. Con este ensamble realizó numerosos proyectos y giras, entre ellos, los conciertos temáticos “El descubrimiento de América” (1974) con el que el ensamble realizó una gira a Lima, Quito, Bogotá, New York, Washington, Otawa, San José y Caracas; y “La historia de María” (1976). También en 1973 inició sus primeros proyectos de música antigua con la violista da gamba Juana Subercaseaux y el guitarrista y laudista Óscar Ohlsen, presentando el espectáculo “Una tarde isabelina” por primera vez en el Goethe-Institut. El concierto, que contaba con un hilo conductor escénico, las lecturas de un actor inglés y cerveza para el público, fue muy bien recibido por los espectadores y la crítica. En 1976, junto a Ohlsen, Mary Ann realizó un concierto en Bonn, Alemania. El trabajo en conjunto entre Fones, Ohlsen y Subercaseux adoptó el nombre de Trío renacentista en 1979, año en el que realizaron el proyecto “Monólogo del tiempo” en diversas ciudades de Chile y Brasil. En 1980 se sumó a la agrupación el flautista dulce Octavio Hasbún, con lo que se rebautizaron como Cuarteto Renacentista. El cuarteto realizó una profusa actividad de conciertos y giras por Chile y el mundo, que los llevaron, entre otros destinos, a Europa y a Pekín, China, en 1981 y a Suiza, Francia y Argentina en 1986. En el ámbito de la música antigua y de los oratorios en general, Fones también cantó frecuentemente como solista, en obras tales como el Messiah de G.F. Haendel, diversas cantatas, pasiones y el Magnificat de J. S. Bach, La creación de J. Haydn, el Requiem de W. A. Mozart, Dido y Eneas de H. Purcell, entre otras, en conciertos a cargo de Fernando Rosas, Juan Pablo Izquierdo y otros directores chilenos y extranjeros.

Otro ámbito de desempeño de Fones fue la música contemporánea, en el que destacó por su búsqueda experimental y excepcional para el medio chileno. En el marco del amplio repertorio del siglo XX que abarcó se encuentran obras clásicas como los Quince poemas de Das Buch der hängenden Gärten de A. Schönberg, interpretados junto a María Iris Radrigán en 1970 y el Cuarteto de cuerdas Nr. 2 op. 10 con cantante del mismo compositor, interpretado en la versión para orquesta de cuerdas y soprano en 1972 junto a Fernando Rosas y la Orquesta de Cámara UC. A esto se suma la interpretación de ciclos de canciones de diversos compositores. Entre muchos otros, se pueden mencionar Twelve poems of Emily Dickinson de A. Copland (en 1969), Histoires naturelles de M. Ravel y Quatre poèmes de Léo Latil de D. Milhaud (en 1970), Canciones op. 11 de B. Britten, Tres historias para niños y El fauno y la pastora op. 2 de I. Stravinsky, Cinco lieder sobre poemas de Stefan George de A. Webern y los Siete lieder tempranos de A. Berg, todos estos interpretados junto a Elvira Savi en 1971. En 1973, Fones participó en el “Estudio de nueva música” dirigido por Ernst Huber-Contwig en el Goethe-Institut, interpretando la partitura gráfica Aria (1958) de John Cage, Circles para voz y arpa (1960) y la Sequenza III (1966) para voz, ambas de L. Berio. Cabe destacar que estas interpretaciones se produjeron pocos años después del estreno mundial de dichas obras. Siguiendo con los estrenos, en 1973/74 interpretó un programa de música inglesa contemporánea en Santiago y en diferentes ciudades del sur de Chile. A esto le siguió el prominente estreno de la ópera La voix humaine (1959 de F. Poulenc sobre una obra teatral de J. Cocteau en el Teatro del IEM, entonces ubicado en la calle Tarapacá Nr. 1181, en noviembre de 1974. La ópera, que se repitió en 1976, está escrita para una cantante solista y fue presentada en Chile en una reducción al piano y voz a cargo del pianista Óscar Gacitúa, quien fue además el director musical. También contó con la traducción al español y régie de Clara Oyuela y escenografía de Juan Carlos Castillo. Esta ejecución constituyó un raro ejemplo de ópera contemporánea presentada en Chile en aquel entonces. La obra recibió críticas favorables en diversos medios nacionales, que destacaron el desempeño de la cantante y la producción. En 1977 Fones realizó el estreno chileno de Ancient voices of children. A Cycle of songs on texts by García Lorca (1970) para soprano, niño soprano, oboe, mandolina, arpa, piano eléctrico y tres percusionistas de G. Crumb, nuevamente una obra de lenguaje rupturista para el medio chileno, en la que participó su hijo Pablo interpretando la voz blanca. Dentro de su interés en la música del siglo XX, Mary Ann Fones también interpretó y estrenó obras chilenas de compositores como Juan Orrego-Salas, Eduardo Maturana, Cirilo Vila y Luis Advis, entre otros. En 1980 estuvo a cargo del estreno de la Cantata del pan y la sangre de Federico Heinlein; en 1983 estrenó Expresiones para voz y cuerdas de A. Guarello. Por último, cabe destacar su participación en el estreno, en 1985, del oratorio de Rolando Cori Peldaños al Padre para orquesta, coro, dos actores y soprano, sobre un texto del sacerdote Joaquín Alliende. La obra, escrita para conmemorar el centenario del movimiento religioso Schoenstatt y el Padre Nentenich, se presentó en Vallendar, Alemania, ante unas 4.000 personas, y posteriormente antes unas 10.000 durante una audiencia papal en Roma. 1986 la cantante fue invitada por el Gobierno de la República Federal Alemana a visitar diversas ciudades alemanas y conocer sus actividades musicales, ocasión en la que también puo visitar los emblemáticos Cursos de Verano de Música Contemporánea de Darmstadt. En una entrevista para El Mercurio (ca. 1972), Fones resumía su interés por el repertorio contemporáneo con estas palabras: “Me gusta y me interesa [la música moderna] y además es como una necesidad de estar con los tiempos. Si me marginara me sentiría fuera del movimiento musical que me corresponde, en otra época. Hay que participar de la búsqueda, aunque requiera harto trabajo.”
La interpretación de los repertorios aquí señalados sin duda refleja disciplina de estudio e interés por descubrir constantemente nuevos lenguajes musicales.

A su cultivo de la ópera, la música antigua y contemporánea, se puede agregar que Fones también tuvo una extensa trayectoria en la música de cámara de los siglos XVIII y XIX, interpretando ciclos de canciones de Mozart, Beethoven, Schubert y Brahms junto a pianistas tales como los mencionados Savi, Radrigán, Gacitúa y Vila, y también como solista en obras sinfónico-vocales, entre ellas la Sinfonía Nr. 14 (1969) de Shostakovich, el ciclo de canciones orquestales Shéhérazade de M. Ravel y la Cuarta Sinfonía de G. Mahler.

Junto a su actividad como intérprete, Fones realizó una extensa trayectoria como docente del canto. Tras dictar cursos de educación de la voz desde 1970 en la P. Universidad Católica de Chile, entre 1974 y 1980 fue profesora de canto en la Universidad de Chile. En 1981 comenzó a trabajar como profesora de canto en la P. Universidad Católica, siendo fundadora de la cátedra de canto en dicha universidad. Gracias a una Beca Fullbright, en 1985 realizó una pasantía de tres meses como profesora visitante en la Juilliard School of Music de New York, durante la cual también conoció la docencia del Mannes School of Music y el Manhattan School of Music. En las últimas décadas de su vida profesional, Fones voluntariamente decidió retirarse de los escenarios para dedicarse prioritariamente a la docencia. Dentro de los numerosos cantantes que fueron formados por Fones se puede mencionar a Víctor Alarcón, Marcela Holzapfel, Sergio Gómez y Víctor Hugo Gaviola, entre otros.

Soublette, Sylvia
Persona · 1923-2020

Sylvia Soublette nace en Antofagasta en el marco de una familia vinculada a la música. Su abuela paterna Rosa García-Vidaurre era pianista y compositora, mientras que su madre Isabel Asmussen Urrutia tocaba el piano y cantaba. Su padre Luis Soublette García-Vidaurre, por su parte, poseía una amplia cultura humanista. La familia se trasladó a Viña del Mar, donde Soublette estudió en el Colegio de los Sagrados Corazones, lugar donde en 1941 fundó un coro femenino junto a algunas de sus compañeras. Poco después, Soublette fundaría el Coro Masculino de la P. Universidad Católica de Valparaíso, a lo que seguiría, en 1950, la creación y dirección del Coro Mixto y el Octeto Vocal de la misma universidad. Entre 1939 y 1945, Soublette estudió canto con Alina Piderit.

Tras esta etapa en Viña del Mar, Sylvia Soublette continuó sus estudios musicales en el Conservatorio Nacional de la Universidad de Chile (1946-1951) en Santiago, donde fue alumna de composición de Domingo Santa Cruz y de canto y ópera con Clara Oyuela, a lo que se sumaron estudios de lied con Federico Heinlein. Tras terminar sus estudios, entre 1951 y 1952 profundizó en la composición con Darius Milhaud y Olivier Messiaen en el Conservatorio de París, para luego retornar a Chile. Hasta 1976, Soublette realizó una activa carrera musical en el país, participando como solista en diversos montajes operáticos y cultivando el repertorio coral. A esto se sumó su especialización en el ámbito de la música antigua, al vincularse ya en 1955 al Conjunto de Música Antigua UC. En esta agrupación participó en primera instancia como cantante. En 1958 asumió la dirección del quinteto vocal de este conjunto, para paulatinamente asumir el rol de directora musical de diversos proyectos de la agrupación. Entre 1960 y 1974 Soublette fue también profesora de técnica vocal e interpretación de música antigua, para instrumentistas y cantantes, en el Departamento de Música (posteriormente Instituto de Música) de la P. Universidad Católica, que albergaba al Conjunto de Música Antigua.

El marido de Sylvia Soublette fue el político y diplomático chileno Gabriel Valdés, quien fuera Ministro de Relaciones Exteriores del Presidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970). Como consecuencia del golpe militar de 1973 y el inicio de la dictadura militar, Soublette fue desvinculada de la P. Universidad Católica de Chile y partió junto a su marido al exilio en New York. En esta ciudad pudo profundizar sus conocimientos de música antigua con Bernard Bailly de Surcy, director del Collegium Musicum y de la sección de Archivos y Manuscritos del Metropolitan Museum de New York. En 1976, Soublette fue invitada por José Antonio Abreu a trabajar en el Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela, y en este marco entre 1976 y 1978 creó y dirigió el conjunto de música antigua Ars Musicae, hoy llamado Camerata de Caracas.

Tras su retorno a Chile, en 1981 Soublette creó el Centro Musical San Francisco, vinculado al Convento de San Francisco en Santiago. El eje de sus actividades lo constituyó la Cantoría de San Francisco, abocada a la investigación y difusión de música antigua, con énfasis en la música colonial. En 1990 fundó el Instituto de Música de Santiago, constituido como Corporación Cultural. Dicha institución ofreció estudios musicales a nivel básico y avanzado, además de realizar una intensa labor de extensión, dentro de la cual sobresale la creación de un Conjunto de Música Barroca que ofreció temporadas y giras de conciertos. Soublette trabajó como directora, profesora de técnica vocal e interpretación en dicha institución. Destaca desde 1999 la realización del Taller de ópera del Instituto de Música de Santiago, en cuyo marco se montaron en Santiago y en otras ciudades del país óperas tan diversas como Dafne de Antonio Caldara (1999), Dido y Eneas de Henry Purcell (2000), María de Buenos Aires de Astor Piazzolla (2001), L’enfant prodigue de Claude Debussy (2002), El retablo de maese Pedro de Manuel de Falla (2003) y L’incoronazione di Poppea de Monteverdi (2004), montaje que recibió el Premio de la Crítica. En 2008, el Instituto de Música de Santiago se incorporó a la Universidad Alberto Hurtado, teniendo como primera directora a su sobrina Violaine Soublette, quien durante la década de 1990 había sido subdirectora del anterior instituto.

Paralela a su labor como intérprete, docente y gestora, Soublette compuso música desde la década de 1940. Su catálogo contiene obras corales, canciones para canto y piano, obras instrumentales y música incidental para teatro. Destaca dentro de su obra vocal la musicalización de la poesía de Gabriela Mistral y Pablo Neruda (véase Bustos 2012, pp. 247-249). En particular, sus obras corales han permanecido en el repertorio de diversos coros del país y figuran en la antología Composiciones Corales Chilenas editada por el director coral Víctor Alarcón.

Por su labor en estos diversos ámbitos de la vida musical, Soublette recibió diversos reconocimientos, entre ellos la Medalla de la Música del Consejo Nacional de la Música (1998), el Premio Municipal de Arte del Municipio de Santiago (2001) y la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda entregada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, distinción póstuma entregada tras su fallecimiento el año 2020. Además, en 1999 fue nombrada socia emérita de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD) y el 2003 se incorporó como miembro de número a la Academia Chilena de Bellas Artes del Instituto de Chile.

Savi, Elvira
Persona · 1920-2013

Elvira Savi Federici fue una destacada pianista y profesora chilena, nacida el 19 de marzo de 1920 en la ciudad de Santiago. Desde muy temprana edad dio muestras claras de su talento y ya a los cinco años registra su primera presentación en público, interpretando la Sonatina en Fa Mayor del compositor Ludwig van Beethoven. Iniciada su formación musical junto a sus hermanas Amalia y Olga, pronto continuaría sus estudios con diferentes maestros, destacando entre ellos los nombres de Federico Duncker, Rosita Renard, Armando Carvajal, Carlos Humeres, Domingo Santa Cruz y Alberto Spikin.

Ingresa al Conservatorio Nacional de Música el año 1926, donde obtiene la Licenciatura en Música con mención en Piano en 1938, siendo reconocida con el Premio Orrego Carvallo a la mejor alumna de su promoción. Tras su titulación comenzaría inmediatamente su vida laboral como profesora en la misma institución, especializándose en el área de la música de cámara. Su vida personal registra el matrimonio con Enrique Anex dit Chenaud, del cual nacieron sus hijos Francisco y Silvia.

De acuerdo con el académico y musicólogo Luis Merino, “como intérprete el trabajo de Elvira Savi se canaliza en una triple vertiente: acompañamiento, de música vocal o instrumental, recitales de música de cámara e interpretación solista” (Merino 1983, p. 77). Su trabajo solista aborda un amplio repertorio, desde conciertos de Bach para piano y orquesta hasta el estreno en Chile de la obra de Olivier Messiaen, Los pájaros. Merino destaca igualmente “la versatilidad, ductilidad y profesionalismo con la que ha irradiado música en los más diversos locales e instituciones, aprovechando también los medios de comunicación masiva como la radio y la televisión, al igual que el disco y la cassette” (Merino 1983, p. 77).

Posiblemente, su aporte más importante al desarrollo de la música nacional lo constituyó su constante labor como intérprete de la música de compositores chilenos o radicados en Chile, desarrollada como solista y en dúos con numerosos intérpretes, entre ellos las cantantes Clara Oyuela, Carmen Luisa Letelier y Patricia Vásquez. Al respecto, Merino señala que la labor de Elvira Savi “ha redundado no sólo una mayor divulgación de la música nacional, sino que un estímulo constante para el compositor chileno, al mostrarle una posibilidad real y tangible de comunicación con el público” (Merino 1983, p. 78). Lo anterior fue una constante en la trayectoria de la pianista. En una entrevista otorgada a la investigadora Raquel Bustos en abril del 2007, quien la define como “defensora de su profunda convicción de que el artista nacional – mediante todos los recursos a su alcance – debía reflejar su identidad, priorizar el trabajo de sus colegas músicos y entregar esta riqueza en todos los estratos culturales y sociales posibles” (Bustos 2015, p. 67). La considerable cantidad de obras chilenas interpretadas y estrenadas por Savi a lo largo de su carrera se reflejan en un catálogo “Compositores nacionales en el repertorio de Elvira Savi” publicado por Carlos Riesco (Riesco 1999). El catálogo refleja más de un centenar de obras y compositores, cuya transversalidad remite tanto a los medios sonoros utilizados (piano, piano y canto, piano y otros instrumentos) como al aspecto cronológico de las mismas, sin desestimar los correspondientes estrenos.

Este interesante y vasto repertorio principalmente de obras de autores nacionales registrado en diversos formatos que van desde el vinilo al disco compacto, la ubican como un referente absoluto de la presencia femenina en la música docta nacional de la primera generación del siglo XX. La calidad interpretativa de Elvira Savi se vio refrendada por numerosos reconocimientos recibidos, cuyo punto más alto probablemente lo representa el Premio Nacional de Arte mención Música otorgado el año 1998, siendo la segunda mujer en recibir este reconocimiento tras Margot Loyola (1994).

En su rol académico, que Elvira Savi desarrolló por cincuenta años en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, destacó principalmente el rigor, la cercanía y su capacidad para desarrollar un alto grado de musicalidad en sus estudiantes, con quienes generaba un particular vínculo a partir de la enseñanza de la música de cámara. Los numerosos estudiantes formados por Elvira Savi, entre ellos las cantantes Viviana Hernández, Patricia Vásquez, Violaine Soublette, la clavecinista Maite Daiber y la fagotista Paulina González, la señalan como un punto referencial en su carrera y en la proyección de sus labores docentes. Savi fue también la pianista oficial del Concurso Luis Sigall en la ciudad de Viña del Mar durante treinta años.

Después de una dilatada trayectoria como intérprete y docente, Elvira Savi falleció en Santiago de Chile el 15 de noviembre del 2013, a la edad de noventa y tres años.

Instituto de Música UAH
Entidad colectiva · 2008

El Instituto de Música nació en 2008 con la incorporación a la Universidad del Instituto de Música de Santiago, fundado en 1991 por Sylvia Soublette. Anualmente brinda una Temporada de Conciertos y un Ciclo de Extensión Docente, donde participan docentes y alumnos avanzados junto a destacados músicos invitados.

Aylwin Azócar, Patricio1
Persona · 1918-2016

Político, abogado y jurista. Fundador del Partido Demócrata Cristiano, fue presidente del Senado de 1971 a 1972 y presidente de la República durante el período comprendido entre 1990 y 1994. Aylwin fue el primer presidente democráticamente elegido tras el Golpe de Estado en Chile de 1973, en el que fue derrocado Salvador Allende y se instauró el Régimen Militar encabezado por Augusto Pinochet Ugarte. Así, el mandato de Aylwin dio inicio al periodo conocido como la Transición a la democracia y el primero de los cuatro gobiernos consecutivos de la Concertación de Partidos por la Democracia.

Chile. Subsecretaría de Aviación
Entidad colectiva · 1930-3-21

La Subsecretaría de Aviación de Chile fue una subsecretaría de Estado dependiente del Ministerio del Defensa, que asesoraba al Ministro de Defensa en todas las materias relacionadas a la Fuerza Aérea de Chile. Fue creada el 21 de marzo de 1930 por Decreto Supremo Nº 1.167. Su primer subsecretario fue Arturo Merino Benítez.
El 4 de febrero de 2010 se publicó la ley Nº 20.424,1​ que reorganizó el Ministerio de Defensa, suprimiendo las subsecretarías de Aviación, Guerra y Marina, y las reemplazó por la Subsecretaría de Defensa y la Subsecretaría de las Fuerzas Armadas. Dicho cambio se hizo efectivo cuando asumió el gobierno de Sebastián Piñera, el 11 de marzo de 2010.