Fue un compositor inglés del barroco. Considerado uno de los mejores compositores ingleses de todos los tiempos,2 incorporó a su música elementos estilísticos franceses e italianos, generando un estilo propio inglés de música barroca. Henry Purcell nació en St Ann's Lane, Old Pye Street, Westminster. Su padre, también de nombre Henry Purcell, fue caballero de la Capilla Real, y cantó en la coronación del Rey Carlos II de Inglaterra. Fue el mayor de tres hermanos, de los cuales el menor, Daniel Purcell (fallecido en 1717), fue igualmente un prolífico compositor. Tras la muerte de su padre, en 1664, Henry Purcell quedó bajo la custodia de su tío Thomas Purcell (muerto en 1682), quien mostró por él cariño. Thomas era asimismo caballero de la Capilla del Rey y gestionó la admisión de Henry como miembro del coro. Henry estudió primero con Henry Cooke, maestro de los niños, y luego con Pelham Humfrey, sucesor de Cooke.
Fue un organista y compositor italiano, miembro de la escuela napolitana de ópera.
Fue un compositor francés. Es muy conocido por su ópera Fausto, por su obra sacra Misa solemne de Santa Cecilia y por su versión del Ave María. Nació en París, donde su madre le enseñaba a tocar el piano, y en la misma ciudad donde acudía al Conservatorio. Con 21 años ganó el Gran Premio de Roma en 1839, donde quedó impresionado por la música de Palestrina en la Capilla Sixtina. A su vuelta, puso en práctica su programa artístico para la música sacra. Más tarde ocupó el cargo de director del Orfeón de París, entre 1852 y 1860. Su éxito llegó con la ópera Fausto en 1859.
Gounod fue conocido sobre todo como el autor de la ópera Fausto y de la famosa Ave María, basada en la música del primer preludio del Clave bien temperado de Johann Sebastian Bach. En vida, sin embargo, se distinguió como uno de los más prolíficos y respetados compositores franceses. Su catálogo incluye obras en todos los géneros, tanto sacras como profanas.
Su influencia en otros compositores franceses como Bizet, Saint-Saëns y Jules Massenet es indudable. Hasta el propio Debussy llegó a declararlo «necesario» en cuanto a que su estética representó para aquella generación de franceses un poderoso contrapeso ante el avasallador empuje wagneriano.
Gounod compuso el himno de la Ciudad del Vaticano. Se destacó tanto en su obra operística como en la religiosa. De la primera producción sobresale su Fausto y de la religiosa su inmortal Ave María, en esta última faceta se encuadra el himno. En lo personal fue de gran religiosidad hasta el punto de querer convertirse en sacerdote.
En la actualidad, su obra más popular es Marche funebre d’une marionette (Marcha fúnebre por una marioneta), que fue utilizada por el cineasta Alfred Hitchcock para la cabecera de su programa Alfred Hitchcock presenta.
Fue un compositor francés del período Barroco. Autor prolífico (551 obras) y versátil, es conocido principalmente por su "Te Deum" H.146 (en tonalidad de Re Mayor), cuyo preludio, en forma de rondó, ha servido de cabecera o sintonía para los programas televisivos distribuidos a través de la red de Eurovisión y especialmente conocido por ser precisamente la apertura y cierre del Festival de Eurovisión y del Concierto de Año Nuevo de Viena.
Fue el conocimiento de la música de Giacomo Carissimi en Roma, donde se encontraba estudiando pintura, lo que inclinó la vocación de Charpentier hacia el arte de los sonidos. Discípulo de este maestro italiano, a su vuelta a París en 1672 Molière lo tomó como compositor de su compañía de teatro, lo que le granjeó la enemistad del influyente Jean-Baptiste Lully, que hasta entonces había sido el más directo colaborador del dramaturgo. Charpentier escribió para Molière (Jean-Baptiste Poquelin) la música de las obras como Le Mariage forcé H.494, Psyché (perdida), El enfermo imaginario H.495. En 1679 fue nombrado maestro de capilla del delfín, puesto que perdió a consecuencia de la oposición de Lully. Desde 1698 hasta su muerte fue maestro de capilla de la Sainte-Chapelle. Charpentier realizó en su obra la síntesis de las tradiciones italiana y francesa, sobre todo en el ámbito de la música vocal sacra, a la que pertenece su célebre Te Deum. Sobresalió también en la ópera, faceta en la dejó títulos como Les arts florissants (1673), Actéon (1690) y Medée (1693).