Durante la década siguiente su trabajo será exhibido en distintas ciudades de Europa y América, destacando su participación en tres versiones de la Bienal de Sao Paulo (1955, 1957 y 1959). La circulación nacional e internacional de su obra se intensificará en años posteriores, a lo que se sumará la adjudicación de importantes premios y reconocimientos, entre ellos, los dos Premios del Círculo de Críticos de Arte de Chile (1956 y 1988), el Wolf al Mejor Pintor Latinoamericano en la V Bienal de Sao Paulo (1957) y la Condecoración al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral (1993).
Fue un célebre pianista chileno, internacionalmente famoso por sus profundas interpretaciones de un extenso repertorio, que abarcaba desde la música del barroco hasta composiciones del siglo XX.